Carlos Peirano

Notas para una Aparación

Poesía / Carlos Peirano
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Descripción del entorno

Cosas que intentan decirme algo, mudas en la estantería, chocan con recuerdos de personas que inspiraron mi trabajo. Juegos de platería polvorientos, añosos como mi vestido, reflejan siembras en la hora del crepúsculo. Pequeños artesonados sostienen las fotografías sin marco. Libros sin cubierta, afiches y agendas se apilan en mis labios, borran las boletas que acogieran sus encantos. Allí la madera muda por itinerante, a falta de un lugar seguro, con los maletines escarbados y la jaula de un pájaro. Es hora de cerrar los portales y cavar una fosa. Es momento de morder la mano que nos dio de comer, de ampliar los conocimientos, de llagar los brazos sosteniendo un candelabro.

La casa en silencio

Una breve reflexión del viento golpea los barrotes de esta ventana. Las garzas duermen sobre el techo, en la tumba de sus predecesoras. La imagen que tengo del jardín ha variado. La estación termina. Algunos de los árboles han hecho de su perfil un infierno. Yo fumo, y observo todo, sentado en la cornisa quitándole la piel a estos recuerdos.

Anidar

Tendría que haber un margen. Una corrida de toros en la playa de estacionamientos. Sangre en las manos de un niño abandonado. Tendría que lamentarse la primera piedra y el progreso que abdica. Ahí donde una mancha señala el camino, abjura un supuesto. Tenemos miedo de perdernos. No basta con el hedor de lo nuevo. Acampamos, sin saberlo, en una tierra yerma donde los relojes se debaten nuestro tiempo. Cansado ya de verme retratado, emprendo el vuelo de manos atadas. Bebo y suspiro a solas en la sala de espera. Meo el terreno esquivo a sabiendas que es la noche la que deberá ampararme con su silente escalpelo.